30 de enero, 2024

Ni en Mar de Plata ni en Santa Fe: el mejor alfajor argentino se produce en José C. Paz

Fue elegido en un concurso tras el voto en las redes sociales. Su creadora es Yésica Yodra y se llama "Paceño".

Según un estudio que produjo el Campeonato Mundial del Alfajor, en nuestro país se consumen 79 alfajores por segundo y por día son más de 6 millones, sin contar la producción informal. 

Como dato de color: la Constitución Nacional de 1853 empezó a redactarse en Merengo, la fábrica de alfajores más antigua de Santa Fe y, como souvenir, los constituyentes llevaron alfajores de dulce de leche por primera vez a sus provincias.

Actualmente la industria del alfajor es enorme y más allá de grandes marcas, hay miles de emprendedores que armaron sus recetas con identidad propia. Es el caso de Yésica Yodra, la creadora del alfajor Paceño.

Un alfajor especial que nació en el barrio bonaerense de Las Heras y compitió contra emprendimientos de Córdoba, Entre Ríos, Chubut, Santa Fe, Salta y Mendoza, entre otras, para convertirse en el mejor alfajor de Argentina en un concurso organizado por Probando Alfajores.

El Paceño tuvo que afrontar varias etapas en una competencia que se definía por votación del público a través de redes sociales. «Los que participaban tenían muchísimos seguidores y yo en aquel momento solo dos mil, pero se corrió la bola al toque y José C. Paz tuvo aguante para ganar», contó Yésica.

El alfajor que registró Yésica Yodra rinde culto a quienes viven en el distrito de la zona Oeste del Conurbano. El Paceño tiene la misma receta y los mismos ingredientes que cualquier alfajor argentino pero, según su creadora, se distingue por la «mística paceña«.

«Cuando daba clases de pastelería llevaba alfajores que hacía para convidar en los breaks y cuando me preguntaban si eran estilo marplatenses les contestaba que sí, pero que en realidad eran paceños», explicó Yodra sobre por qué decidió ponerle ese nombre a la marca.

Al ganar el torneo nacional, el alfajor de José C. Paz clasificó al Mundial de Alfajores que se realizó en agosto del 2023 en La Rural y compitió con marcas de otros países como México, Uruguay o Canadá.

«Había una gran cantidad de jurados que probaron cientos de productos, no pudimos ganar pero metimos un humilde stand en el sector de emprendedores que vendió 1.500 alfajores en tan solo un día y medio», recordó la alfajorera. 

Luego del mundial, cientos de personas se comunicaron con Yodra para contarles su experiencia probando el alfajor. «Un pibe cruzó todo el Conurbano en moto desde González Catán solo para volver a probar el Paceño. Me lo contó por Instagram y no podía creerlo, luego una vendedora local me lo confirmó», contó.

El Paceño comenzó siendo tradicional de chocolate y fue adquiriendo variedades: chocolate blanco, maicena e incluso, Fernet. Además, la emprendedora inventó un alfajor de Té Matcha para un vender en un festival tradicional japonés que se realiza en el distrito hace años.

«Me encanta participar de festivales y eventos de José C. Paz. La gente se enorgullece de sus raíces y sienten propio el alfajor. Otros emprendedores me han regalado cosas significativas del partido, hasta un plato con todos los barrios que tenemos», mencionó Yésica. 

Yodra quiere que su alfajor sea conocido en todo el municipio y para lograrlo, repartió su producto en distintas instituciones como la Universidad Nacional de José C. Pazo el Centro Cultural José C. Paz y también sumó cafeterías, dietéticas y otros negocios como puntos de venta.

Armar un local cerca de la estación del tren San Martín y llamarlo Café Paceño se volvió un nuevo sueño para Yésica. «Me gustaría que sea tipo kiosco o regalería, que la gente pueda pasar y llevarse su alfajorcito. Lo veo lejos pero algún día lo voy a hacer», mencionó. 

«No quiero tener una fábrica de alfajores porque si lo hago, tendría que industrializar el producto y nunca va a ser lo mismo. Yo prefiero que siga siendo algo familiar y artesanal«, agregó.

El Paceño tiene hasta su propio stand de madera con la marca fabricado por el hermano de Yésica en tiempo récord para los carnavales del Municipio. «Mi familia está esperando que me vuelva famosa para colgarse de mí», dijo Yésica entre risas y recalcó el apoyo que recibe de sus seres queridos y familiares.

En marzo se cumplen dos años de la creación del emprendimiento. El Paceño logró llegar al «boca en boca» de los vecinos de José C. Paz y actualmente es un negocio rentable para Yésica. «Cuando voy a Mar del Plata soy yo la que tiene que llevar alfajores«, sentenció. 

El Paceño es un «regalazo» para quienes visitan familiares lejanos de otras provincias (o países). La autora contó que ha recibido pedidos que terminaron en distintos lugares del país e incluso, viajaron hasta Estados Unidos.

Yésica Yodra inventó y patentó un alfajor propio del Conurbano y lo llevó a lugares que nunca imaginó. Ya visitó el programa Cocineros Argentinos donde mostró la receta y convidó su postre artesanal a conductores y producción del certamen. La autora recordó: «No quedaron ni las migas».

Fuente: Clarín