25 de marzo, 2019

Liberaron a la mujer que mató a su marido de 185 puñaladas: los motivos de la Justicia

La medida fue ordenada por la Cámara de Apelaciones de San Martín. La hija de la mujer, que también participó del crimen, había sido liberada la semana pasada

Luego de una vigilia de familiares junto a agrupaciones feministas y de izquierda frente a los tribunales de San Martín, Paola Elvira Córdoba -la mujer de José C. Paz que asesinó a su marido Alejandro Naiaretti junto a su hija Milagros de 185 puñaladas– recibió la libertad en las últimas horas y saldrá de la Alcaidía Departamental Nº3 de La Plata, tal como hizo su hija.

La decisión fue tomada por la Cámara de Apelaciones de la jurisdicción, integrada por los jueces Patricia Toscano, Carlos Hermelo y Juan Agustín Mariani, que razonó que Paola, que tuvo cuatro hijos con Naiaretti, sufría una violencia de género sostenida a lo largo del tiempo y que actuó bajo una «probable configuración de un supuesto de emoción violenta» sin visos de agresividad constante.

Mantenerla encarcelada, en sus cálculos, no era necesario.

En el fallo completo de la Cámara, al cual consintió con su firma el fiscal general Marcelo Lapargo, el juez Hermelo valoró positivamente en su voto que Paola y Milagros, acusadas del delito de homicidio agravado por el vínculo, «se encuentran confesas y se sometieron al accionar de la Justicia».

El magistrado, por otra parte, consideró el contexto de «absoluta agresividad, explotación sexual, amenazas y violencia psíquica y física» al que Paola y sus hijos estaba sometidos por Naiaretti, un calvario de violencia de género que encontró correlato en testimonios provenientes del Juzgado de Paz de José C. Paz, con denuncias radicadas por Paola contra Naiaretti en 2011 y 2015. «Alto grado de afectación de la violencia», aseveró la Cámara.

Hubo otras pruebas, como el testimonio de una referente de la ONG Conectando Mujeres, que acompañó a Paola a denunciar a su marido en varias ocasiones y hasta un hombre que aseguró que Córdoba era forzada a prostituirse.

Los informes psicológicos, por otra parte, descartaron posibles fabulaciones.

Sin embargo, hay otros puntos en el lado opuesto de la balanza de cálculos de la Cámara.

Hermelo le reprochó a Paola que tardó «horas» en llamar al 911 tras el crimen y que esa demora «pueda ser tomada como una pauta de riesgo dada la posibilidad de en dicho lapso modificar la escena» y que «Córdoba fue muy clara al sostener que refirió a su hija que no llamaría a una ambulancia porque no quería que reanimaran a Naiaretti, que tenía miedo, al igual que su hija, que éste se levantara y agrediera a toda la familia».

La Cámara le impuso a Paola una serie de condiciones, como presentarse cada miércoles ante el Juzgado de Garantías que lleva su caso y le prohibió acercarse a la familia de su pareja. Paradójicamente, le prohibió acercarse al lugar de los hechos, que es su casa. La Asesoría de Menores del municipio, por otra parte, deberá determinar si Paola y Milagros retoman el contacto con sus hijos y hermanos: no pueden hacerlo por el momento. Paola ofreció un domicilio al juez de garantías y no podrá dejarlo por al menos un mes.C