Se vende como suplementos de venta libre. Advierten que hay dudas sobre su efectividad y efectos adversos. Recomendaciones.
Conciliar el sueño puede ser un verdadero desafío. Mientras crece la evidencia respecto del impacto que un buen descanso tiene en la salud en general, también se incrementan las condiciones que hacen que esto sea cada vez más difícil de lograr.
El estrés y el uso de pantallas asoman como las principales causas de este fenómeno. Precisamente este último factor (usar el celular y/o mirar televisión o algún dispositivo antes de acostarse), afecta la producción de la hormona que regula los ciclos del día y la noche, y por ende, de sueño-vigilia: la melatonina.
El mecanismo es el siguiente: la oscuridad ayuda al cuerpo a producir más melatonina, lo que le indica al organismo que debe dormir. Por el contrario, la luz disminuye la producción de esta hormona y le indica al cuerpo que esté despierto.
Justamente la melatonina producida artificialmente, en un laboratorio, es uno de los suplementos que se ofrecen mediante venta libre en las góndolas de las farmacias.
Y suele creerse que su uso es inocuo. Como ocurre con todos los suplementos de venta libre, las personas tienen la posibilidad de adquirirlos y consumirlos por cuenta propia. Sin embargo, esta costumbre en relación a la melatonina es puesta en cuestión por un estudio publicado en Jama Network.
Los autores analizaron datos provenientes de encuestas de 55.000 estadounidenses, y examinaron los cambios en el uso informado de suplementos de melatonina durante casi 20 años: entre 1999 y 2018.
Más precisamente, la información provino de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés), un estudio prolongado y dirigido por el gobierno sobre la salud de la población, diseñado para registrar un tiempo en particular.
Una de las preguntas que tuvieron que contestar las personas encuestadas fue sobre el uso de suplementos alimenticios en los últimos 30 días y la dosis que tomaron. Luego de analizar el porcentaje de personas adultas en los Estados Unidos que tomaron melatonina y cuántas de esas personas consumieron más de la dosis recomendada, uno de los hallazgos fue que el uso de melatonina estaba aumentandoentre la población general.
En concreto, el uso de melatonina aumentó de 0.4 % entre 1999 y 2000 a 2.1 % entre 2017 y 2018.
Hilando más fino, se observó que en 2018 aumentó cinco veces la cantidad de personas que tomaron melatonina en comparación con el año 2000.
Además, el estudio evaluó la cantidad de personas que tomaron una dosis alta de melatonina, definida como mayor a 5 mg. “El uso de dosis altas de melatonina fue extremadamente bajo, pero se triplicó de 0.08 % entre 2005 y 2006 a 0.28 % entre 2017 y 2018”, sostienen los autores.
Una de las cuestiones señaladas por el estudio es que el contenido real de melatonina en los suplementos comercializados en Estados Unidos “puede ser hasta un 478 % más alto que el contenido etiquetado”. Además señalan que la evidencia que respalda el uso de melatonina para los trastornos del sueño es débil, sobre todo en dosis altas y a largo plazo.
En ese sentido, expresan dos preocupaciones específicas sobre su seguridad:
A nivel local, Stella Maris Valiensi, neuróloga especialista en Medicina del Sueño y presidenta de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, explica que si bien la melatonina es de venta libre, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, para obtener las dosis necesarias para un adulto se requiere de una orden para encargar un preparado.
No obstante, precisa que hay que ser cautos respecto a la interacción: “Hay que tener cuidado con medicamentos como los anticoagulantes, ya que la melatonina potencia la acción anticoagulante de estos medicamentos”.
A su vez, recomienda “tener en cuenta que la indicación debe ser realizada por médicos que conozcan el tema de medicina del sueño y tener en cuenta siempre el perfil de cada paciente y los efectos colaterales que pueden producir”.
Ahora bien, en qué casos sí se recomienda tomarla, le consultó Clarín a Valiensi, quien explicó que suele indicarse en ancianos o adultos mayores, o en determinados casos específicos: