El viceministro de Trabajo de la Nación, Ezequiel Sabor, aseguró que en la Argentina «no se genera empleo privado desde hace cinco años»; se pronunció por la necesidad de crear al menos 6 millones de trabajos decentes y afirmó que «la representación empresaria debe reforzarse, porque en la Argentina existen sindicatos fuertes conducidos por líderes gremiales formados y fuertes».
«Se necesita esa contraparte empresaria fuerte para discutir mano a mano con sindicalistas formados. Ello es una carencia empresaria a la hora de las negociaciones colectivas», expresó Sabor, quien subrayó que «la formación es un tema central para el futuro».
El funcionario laboral añadió que «el principal problema del país es que desde hace cinco años no se genera empleo privado»; sostuvo que «el número de trabajo registrado determina una curva descendente» y dijo que solo 5.300.000 personas cumplen tareas.
«Solo esa cantidad de personas trabaja en el sector privado formal y registrado. Ese es el primer gran desafío. Hay que generar al menos otros 6 millones de empleos de forma acelerada», enfatizó.
Para Sabor, existe un mínimo del 30 por ciento de los trabajadores en «la informalidad absoluta o parcial»; indicó que existe «una cultura de la sobrevivencia individual y del artilugio» y puntualizó que «el país debe cambiar y formalizar esa situación».
«Además, los desempleados con subsidio estatal es otra realidad. El gobierno plantea que los trabajadores deben tener empleo decente y bajo la legislación vigente. No es posible continuar generando excluídos», afirmó Sabor, quien también reivindicó el «Plan Empalme» lanzado hace algunas semanas por el gobierno.
Sabor explicó las características de esa iniciativa -que mezclará la percepción de un subsidio con el trabajo formal- y subrayó que el plan beneficiará al empleado pero también a «las empresas, porque abonarán menos salario a partir de ese subsidio» general.
El funcionario afirmó del mismo modo que «es preciso formalizar esa situación y la de las condiciones laborales»; añadió que hay trabajadores que sufren «realidades infrahumanas» y adelantó que «la Argentina debe cambiar si quiere insertarse en el mundo desarrollado, por contraposición al orbe del dumping social».
«Ello prohibirá el comercio bilateral. Estados Unidos puso el ojo sobre el trabajo infantil e Inglaterra sobre el empleo esclavo. Son temas muy sensibles que hay que modificar», puntualizó Sabor, quien aseguró que «se mantendrán los planes sociales» nacionales.
Sabor dijo que ello implica «un gran gasto por parte del Estado, que es preciso mantener a partir de esa realidad y hasta que sobrevenga el crecimiento económico»; afirmó que el gobierno marcó «las reglas de juego entre empresarios y sindicatos» y reconoció que hubo sectores muy afectados en «el reacomodamiento económico».
Sabor formuló esos conceptos en el primer «Foro-Almuerzo» del año «Trabajo e inclusión: desafíos actuales», que también abordó los retos y oportunidades laborales en el territorio nacional.
La jornada se realizó en el NH Tango, en el tercer piso de Cerrito 550 de la Capital Federal, y expusieron Sabor y José Matanzo, secretario Gremial nacional de la Asociación de Supervisores de la Industria Metalúrgica (ASIMRA) en reemplazo del cotitular de la CGT, Juan Carlos Schmid, quien una hora antes avisó que no pudo viajar desde Rosario por «un cuadro virósico».
El encuentro fue organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), que explicó que la edición 2017 del «Ciclo de Foro-Almuerzo» fue convocado para un primer diálogo en torno de «los retos y oportunidades actuales del trabajo».