Según el Informe Macroeconómico 2018 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se espera que el PBI de la región crezca 2,6% en promedio entre 2018 y 2020, lo que está en línea con los índices de crecimiento históricos (siendo 2,4% el índice de crecimiento promedio entre 1960 y 2017).
El estudio señala que el crecimiento global en 2018 será de 3,9%, un nivel que no se alcanza desde 2011, y que estará «sumamente entre los países». Sin embargo, a pesar del cuadro «relativamente positivo para los indicadores fundamentales de la economía global», se prevé que en 2018 América Latina y el Caribe crecerá en sólo un 1,9%. «Este decepcionante resultado, dada la evolución del resto del mundo, se debe tanto a factores estructurales como temporales», opina.
Las cifras del crecimiento regional son más bajas debido a la crisis en Venezuela. Se prevé que el crecimiento en 2018 será de -15%, a pesar de que en cualquier estimación de una recesión tan profunda siempre hay una incertidumbre considerable. Excluyendo Venezuela, se prevé que el crecimiento regional será del 2,5% en 2018.
Excluyendo Venezuela, todos los países prestatarios del PBI tendrán un crecimiento positivo en 2018. Se espera que nueve países crezcan a más del 3,5%, entre ellos la República Dominicana, Nicaragua, Panamá y Perú, todos los cuales se prevé que crezcan a 4% o más», añade el trabajo del BID.
Asimismo, profundiza: «Se prevé que el crecimiento económico global, de aproximadamente un 3,8% en los próximos años, será superior al de la región. Por lo tanto, dadas estas proyecciones, América Latina y el Caribe perderán terreno en términos de su participación en el PBI global».
Y concluye: «Por lo tanto, incluso en este momento favorable para los fundamentales globales, es probable que la región tenga tasas de crecimiento sólo moderadas en los próximos años».