21 de octubre, 2018

Pablo Moyano, en Luján: «Ojalá que el Presidente escuche»

Durante la misa, la Iglesia subrayó que "ninguno de los problemas se puede resolver sin la interacción entre el Estado y el pueblo".

Sindicalistas, legisladores e intendentes del PJ acompañaron al líder Camioneros Hugo Moyano en una una movilización a la Basílica de Luján bajo el lema «Paz, pan y trabajo, de la cual participaron más de 50 mil personas.

 

Durante la homilía, la Iglesia subrayó que «ninguno de los problemas se puede resolver sin la interacción entre el Estado y el pueblo» y llamó a reconocer la «sana interdependencia» si se quiere lograr «un cambio positivo».

 

 

El ex secretario general de la CGT realizó una demostración de fuerza, pero sin pronunciar una palabra: el único «orador» fue el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, que estuvo a cargo de la homilía en la misa ecuménica.

 

 

Acompañado por integrantes del Frente Sindical para el Modelo Nacional, como Sergio Palazzo, Ricardo Pignanelli, Hugo Yasky, Roberto Baradel y Walter Correa, el referente opositor culminó una semana que lo tuvo junto a su hijo Pablo Moyano como protagonistas de la agenda política, luego de que un fiscal pidiera la detención del secretario adjunto de Camioneros y un juez rechazara esa iniciativa.

 

 

«Es una movilización distinta a la que estamos acostumbrados todos los días. La Iglesia dio un mensaje a los trabajadores en esta situación tan delicada que están viviendo millones de argentinos con un modelo económico que sigue excluyendo. Ojalá que la homilía sea escuchada por el Presidente (Mauricio Macri) y dé respuesta a los problemas de la gente», subrayó Pablo Moyano en declaraciones a FM La Patriada.

 

En ese sentido, el dirigente sindical señaló que se trató de «un discurso muy fuerte en lo político, porque la Iglesia sigue estando al lado de los que más sufren».

 

 

Frente a la tradicional Basílica de Luján, cuya Virgen es Patrona de la Argentina, monseñor Radrizzani fue el encargado de ponerle voz a la jornada religioso-sindical: «Nuestro pueblo debe ser artífice de su propio destino y no quiere tutelajes, ni injerencias donde el más fuerte subordina al más débil. Quiere que su cultura, sus procesos sociales y tradiciones religiosas sean siempre respetadas».

 

«Si realmente queremos un cambio positivo tenemos que asumir humildemente nuestra sana interdependencia. Pero interacción no es nunca sinónimo de imposición. El futuro de la Nación no está únicamente en manos de los dirigentes: está fundamentalmente en manos de nuestro pueblo, en su capacidad de organizarse para lograr este proceso de auténtico cambio», añadió.

 

 

Ante la atenta mirada y escucha de sindicalistas, legisladores e intendentes del PJ, el arzobispo de Mercedes-Luján concluyó sus palabras citando al papa Francisco: «No nos dejemos robar el entusiasmo. No nos dejemos robar la esperanza. No nos dejemos robar la alegría permanente. No nos dejemos robar la comunidad».

 

 

El diputado Fernando Espinoza manifestó que «vinimos hasta la casa de Nuestra Señora de Luján, a pedirle a la patrona de todos los argentinos que el Gobierno entienda de una vez por todas que el trabajo es sagrado».

 

Algunos de los dirigentes opositores que estuvieron presentes fueron los diputados nacionales Daniel Scioli, Eduardo «Wado» De Pedro, Felipe Solá, Daniel Arroyo y Fernando Espinoza; y los jefes comunales de los partidos bonaerenses de Merlo, Gustavo Menéndez; de Ituzaingó, Alberto Descalzo; de La Matanza, Verónica Magario; de San Martín, Gabriel Katopodis, y de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini; entre otros.