Un muerto y 600 detenidos en México por la ola de protestas y saqueos
4 de enero, 2017

Un muerto y 600 detenidos en México por la ola de protestas y saqueos

Por quinto día consecutivo se produjeron violentas protestas en México contra el aumento del precio de los combustibles. El saldo provisorio de esta ola de indignación que sacude a gran parte del país es de un policía muerto, 600 detenidos y más de 250 comercios saqueados.

 

La víctima fatal es un agente de Ciudad de México que fue “atropellado” cuando intentó impedir que un grupo de personas robaran combustible en una estación de servicio. Episodios como estos, incluyendo vandalismos en comercios, se repitieron ayer durante todo el día.

 

 

Las manifestaciones contra el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el presidente Enrique Peña Nieto se sucedieron en distintas ciudades, lo mismo que los cortes de ruta. “¡Abajo la Reforma Energética!”, se podía leer en las pancartas. La reforma, impulsada por el mandatario y el PRI, fue hecha con la promesa de ampliar la producción y bajar el precio de los combustibles.

 

Pero resultó todo al revés. La crisis de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) se agudizó. Hasta hace diez años producía 3,5 millones de barriles diarios, mientras que ahora apenas llega a los 2 millones, es decir un 40% menos. Para colmo las refinerías quedaron obsoletas y redujeron su producción un 25%.

 

La situación llevó al gobierno a dar un manotazo de ahogado en su intento por mantener el equilibrio presupuestario de la empresa, que implicó una suba del 20,1% en el precio de las gasolinas y del 16,5% en el diésel a partir del 1 de enero.

 

Esto, sumado a un alza en las tarifas de electricidad y gas, provocó la reacción de la gente que salió a protestar indignada. Peña Nieto dijo que comprende “la molestia y el enojo” por el alza a las naftas, pero sostuvo que era necesaria para mantener la estabilidad económica. Argumentó que el incremento es resultado de la suba en los precios internacionales.

 

En la calle, la gente expresaba toda su bronca. “Quiero quitarme la culpa porque yo voté por el PRI, tengo nietos y me daría vergüenza saber que no hice nada”, dijo Emma Cabrera Albarrán, una comerciante de 58 años que se sumó a las manifestaciones.

 

Muchas de las marchas callejeras derivaron en saqueos de comercios y vandalismo, lo que llevó a los comerciantes a cerrar los locales en forma preventiva. Manuel Cardona, directivo de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, dijo que contabilizan “cerca de 250 tiendas” saqueadas.

 

“Fue una tarde y noche bastante complicada; estamos haciendo un recuento de los daños. Sobre la mercancía fue absoluto el saqueo en Estado de México, Hidalgo, Veracruz, Michoacán, Tabasco y Cancún: es un escenario que nos tiene bastante ocupados y preocupados”, apuntó el dirigente empresarial.

 

Cardona pidió la intervención de fuerzas federales y del Ejército, porque la situación, a su juicio, “está fuera de control”. La policía ya desplegó 9.000 efectivos adicionales a los que diariamente controlan la capital, que cuentan con el apoyo de 13 helicópteros y cámaras de vigilancia.

 

La magnitud de la crisis social llevó a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) a pedirle al gobierno que reconsidere los aumentos en los combustibles. “Exhortamos a las autoridades civiles a reconsiderar seriamente, dado el contexto nacional y las variables internacionales, esta medida que afecta a todo el país, especialmente a los más pobres”, señalaron los obispos.

 

La situación repercutió en el valor del peso mexicano, que ayer marcó mínimos históricos al cotizar por encima de las 21 unidades por dólar. El Banco de México tuvo que salir a vender dólares directamente al mercado cambiario para frenar la volatilidad de la moneda.

 

A través de un comunicado, la entidad advirtió que “no descarta la posibilidad de volver a intervenir discrecionalmente en el mercado cambiario en otras sesiones en caso de que se presenten condiciones excepcionales en el mismo”.

 

Fuente: Clarín