La iniciativa plantea crear un marco regulatorio para el otorgamiento de permisos de uso precario que permita a los vehículos gastronómicos la elaboración y comercialización de alimentos y/o bebidas.
La norma, además, contempla como impedimentos para los carritos la venta de bebidas alcohólicas, la publicidad sonora o visual que contamine el medioambiente, arrojar desperdicios o efluentes a la vía pública y el uso de una superficie que exceda a la habilitada.
Se les exigirá, además, que ofrezcan productos para celíacos, para diabéticos, alimentos y bebidas bajos en sodio, frutas y verduras.
Esta autorización será otorgada por la Autoridad de Aplicación y se les entregará a las personas físicas o jurídicas para que operen con un solo vehículo determinado.