23 de febrero, 2018

La Iglesia se expresó contra la despenalización del aborto

El Episcopado pidió "proteger la existencia de los inocentes que no pueden defenderse" y un debate "sin descalificaciones, violencia o agresión".

La Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado donde pidió «proteger la existencia de los inocentes que no pueden defenderse».

 

Fue luego de que se conociese que el presidente, Mauricio Macri, diera libertad de acción a su bloque para que habilitara el tratamiento de los diferentes proyectos de despenalización del aborto, en el Congreso.

 

 

A través del comunicado, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina abogó por «un diálogo sincero y profundo que pueda responder a este drama», al tiempo que remarcó que es necesario «escuchar las distintas voces y las legítimas preocupaciones que atraviesan quienes no saben cómo actuar, sin descalificaciones, violencia o agresión».

 

 

«Junto con todos los hombres y mujeres que descubren la vida como un don, los cristianos también queremos aportar nuestra voz, no para imponer una concepción religiosa sino a partir de nuestras convicciones razonables y humanas», sostuvo en el escrito.

 

 

En ese sentido, el Episcopado se pregunta si «hay que optar por una vida y eliminar a otra» y sostiene que «la eliminación de la vida humana del que no se puede defender instaura el principio de que los más débiles pueden ser eliminados».

 

Respecto al tratamiento legislativo de la despenalización, la Iglesia sentenció: «Hace unos años con la sanción de la Ley «Asignación Universal por Hijo», el Honorable Congreso de la Nación demostró una vez más en su historia republicana un alto grado de sensibilidad humana a favor de la familia y de la vida de los niños y jóvenes más pobres. ¿No se podrá continuar por ese camino legislativo?».

 

 

En la misma línea, llamó a reforzar la educación sexual integral de la ciudadanía y a reconocer la dignidad de la vida humana desde el comienzo de su concepción.

 

 

A su vez, instó a un diálogo democrático y sin violencia en el que se escuchen las distintas voces: «Junto con todos los hombres y mujeres que descubren la vida como un don, los cristianos también queremos aportar nuestra voz, no para imponer una concepción religiosa sino a partir de nuestras convicciones razonables y humanas».