29 de octubre, 2018

Jair Bolsonaro es el nuevo presidente de Brasil con el 55% de los votos

Luego de superar a Fernando Haddad en el balotaje, el ultraderechista prometió que recuperará "el respeto internacional" de su país.

En su primer discurso como presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro se comprometió a respetar la Constitución, la democracia y la libertad.

 

 

«Ustedes serán mis testigos de que este gobierno será un defensor de la Constitución, de la democracia y la libertad. Es una promesa no de un partido, no es la palabra de un hombre, es un juramento ante Dios», afirmó.

 

Bolsonaro expresó su gratitud al «pueblo» que formó un gran «ejército» de seguidores que le dio apoyo y lo eligió pese a que no cuenta con «un gran partido» y que tuvo que lidiar con «la gran prensa que estuvo criticándome, colocándome en situaciones vejatorias».

 

 

«La libertad es un principio fundamental, la libertad de ir y venir, de emprender, libertad política, las leyes son para todos, así será nuestro gobierno (…) el estado de derecho tiene como uno de sus pilares la propiedad privada», afirmó.

 

 

El mandatario electo pronunció un discurso a través de su perfil en Facebook y luego habló ante el público junto a sus correligionarios, entre ellos el senador y pastor evangélico Magno Malta.

 

 

También lo visitaron hoy el general retirado Hamilton Mourao, que fue electo vicepresidente, y el general retirado Augusto Heleno, uno de sus principales asesores y futuro ministro de Defensa.

 

 

«Quiero agradecer a Dios para tener sabiduría» dijo Bolsonaro durante una breve oración en su residencia del barrio Barra da Tijuca, en oeste de Río de Janeiro. Aseguró que Dios le dio la «misión» de gobernar el país luego de salvarle la vida tras el ataque con una cuchilla que sufrió el 6 de septiembre.

 

 

«No podemos coquetear con el socialismo, con el comunismo, los populismos, ni con el extremismo de izquierda», aseveró el dirigente de extrema derecha Bolsonaro.

 

 

Bolsonaro también se refirió a su política externa y a los cambios que piensa introducir en el Palacio Itamaraty, donde funciona el ministerio de Relaciones Exteriores.

 

 

«Vamos a liberar a Itamaraty de la tendencia ideológica de los últimos años, buscaremos relaciones bilaterales, recuperamos el respeto internacional a nuestro amado Brasil», prometió.