La escalada de tensión entre el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, y la diputada de Cambiemos Elisa Carrió, sumó un nuevo capítulo este jueves cuando el funcionario le presentó su renuncia al Presidente mientras que éste emitió un gesto de respaldo al negarle la dimisión.
“Nunca es bueno para un país que un ex presidente esté detenido o se pida su detención. Por el hecho en sí y porque en principio uno tendería a pensar que no debería haber sospecha de que esta persona se fugue o entorpezca el accionar de la justicia», había declarado el ministro, tras lo cual estalló la líder de la Coalición Cívica.
Entonces, Lilita habló de «discriminación y machismo aberrante» por las críticas que recibió y pidió juicio político para Garavano.
Para colmo, relacionó la absolución del ex presidente Carlos Menem en la causa por tráfico de Armas a Ecuador y Croacia con las declaraciones del ministro. Desde twitter, denunció: “Ahora entiendo mi proscripción en la Comisión Bicameral de seguimiento del Ministerio Público de la Nación y los dichos de Garavano”.
En medio de la tensión, el titular de Justicia fue a Casa Rosada y le ofreció al jefe de Estado dar un paso al costado para aquietar las aguas, pero se fue fortalecido.
