12 de noviembre, 2018

En Argentina 6 de cada 10 adultos sufren sobrepeso u obesidad

Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, 1 de cada 3 niños argentinos sufre sobrepeso mientras que el 6% padece obesidad.

Este 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la Obesidad, enfermedad crónica que puede presentar alteraciones cardiacas, cerebrovasculares, diabetes, depresión, artrosis y generar una disminución de la calidad de vida.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina, 6 de cada 10 adultos presentan obesidad o sobrepeso; y en el caso de los niños la cifra es preocupante: el 30% tienen sobrepeso y el 6 %, obesidad.

 

 

Cabe consignar que el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación excesiva de grasa en el organismo que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) o body mass index (BMI) es un indicador simple que sirve para identificar el sobrepeso y la obesidad.

 

 

¿Cuáles son las causas que la provocan? La obesidad es una enfermedad crónica, de origen multifactorial: se reconocen factores genéticos, ambientales, metabólicos y endocrinológicos.

 

Sólo el 2 % de las personas con obesidad tendría alguna patología endocrinológica como hipotiroidismo, síndrome de cushing, o lesiones hipotalámicas asociadas a hiperfagia.

 

 

La causa principal es una alteración en el balance entre las calorías consumidas y las gastadas. Se ha visto una tendencia universal hacia una mayor ingesta de alimentos ricos en grasa, sal y azúcares, pobres en vitaminas y otros micronutrientes. Otro factor de relevancia es la disminución de la actividad física y un estilo de vida sedentario.

 

 

Según datos de la OMS, desde 1980 la obesidad, ha aumentado a más del doble en todo el mundo. En Argentina 6 de cada 10 adultos presentan sobrepeso u obesidad. Argentina encabeza el ranking regional de obesidad infantil: el 30 % de nuestros niños tienen sobrepeso y el 6 % tienen obesidad.

 

 

Por otro lado, el sobrepeso y la obesidad no son sólo un problema estético, sino un factor de riesgo para presentar alteraciones cardiacas, cerebrovasculares, diabetes, depresión, artrosis: generan una disminución de la calidad de vida.

 

Por lo tanto, las estrategias implementadas para su tratamiento tienen que poder sostenerse en el tiempo para favorecer la generación de nuevos hábitos que tengan como objetivo la alimentación saludable.

 

 

En ese sentido, el tratamiento serio de esta enfermedad debe estar abordado por médicos, nutricionistas, psicólogos y profesores de educación física, pero que no solamente se tenga en cuenta la actividad física y el plan de alimentación sino que se tengan en cuenta los pensamientos y las emociones que se ponen en juego y que influyen en la manera de comer.