Las protestas más llamativas se registraban frente al Departamento Central de la Policía Federal, situado en el barrio porteño de Monserrat, y en cercanías de la Quinta Presidencial de Olivos, situada en el partido bonaerense de Vicente López.
En algunos lugares vecinos se convocaron en las esquinas para usar cacerolas y todo tipo de utensilios para hacer ruido y participar de la protesta, mientras que en otros sectores optaron también por cortar al menos un carril de calle o avenida importante dificultando así el tránsito.