2 de octubre, 2018

El Banco Central muy conforme con los nuevos resultados cambiarios

Desde la entidad buscan que el mercado deje de monitorear la marcha de la cotización del dólar y que el análisis se enfoque en la velocidad de la absorción de pesos

Un integrante del directorio del Banco Central evaluó los resultados de la estrategia desplegada por el oficialismo desde la entidad financiera en el primer día de aplicación de la «zona de no intervención» a minutos del cierre de los mercados y descubrió resultados altamente positivos.

 

El economista continuó su explicación con una metáfora: «Era importante no perder el primer partido. Y eso hicimos». Sobre la tasa de interés, en niveles ya extravagantes, el mensaje tampoco transmitió dudas: es lo necesario para garantizar el fin de la volatilidad y la previsibilidad, luego vendrá el resto.

 

La entidad que maneja Guido Sandleris quiere convencer a los mercados que deben cambiar su pensamiento y la asignación de prioridades, al ritmo que también lo hizo la entidad. Según la visión que quieren transmitir, desde ayer se tiene que ver más qué se hace con los pesos que lo que sucede con la oferta y demanda de dólares.

 

Es en el mercado de la moneda doméstica en el que se debería evaluar el grado de efectividad de los operadores oficiales, más que en la velocidad y mecanismo con la que operan en la oferta de divisas. Este mercado debería comenzar a tranquilizarse, más rápido o más temprano, al ritmo de los vaivenes de la divisa dentro de la zona de operación de $34 a $44, ajustables al 3% mensual.

 

Para los hombres del Central cada día, como el de ayer, en que no se necesite utilizar esos u$s150 millones; es un ahorro ante los u$s9.000 millones que en teoría se podrían utilizar hasta fin de año para enfrentar el momento en que la demanda golpee la puerta del techo de la «zona».

 

En esta línea de análisis se razonaba ayer que, en cierta medida, «hubo un ahorro de u$s150 millones, que se repetirán mañana (por hoy) y así sucesivamente». La visión oficial es que en este capítulo los mercados ya están convencidos de que el poder de fuego para aplicar la «zona» está intacto y con los 9.000 millones del Fondo en caja.

 

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