Si hay un fenómeno que se divisa cada vez más en la capital del país, y también en otras grandes urbes de provincia es la del comercio de cambio de divisas.
Legales muchas de ellas, y dentro del circuito del mercado económico, pero también del otro, los famosos “arbolitos” y cuevas financieras que atentan contra la transparencia y blanqueo de dinero, y perjudican el ingreso de activos a la cartera local, además de correr riesgos delictivos en el medio.
Si de casas de cambio en Buenos Aires hablamos, se hallan situadas en edificios céntricos claramente divisadas para tal fin, listas para que las personas que las visitan a punto de viajar hacia otro país, o de visita a este, o incluso con fines de ahorro pero evitando perder valor de la moneda local, puedan obtener con simpleza y rapidez el dinero que precisan.
La mecánica del negocio:
Lo que puntualmente hacen es producir dinero en equilibrio entre la disparidad de compra y el valor de venta al público. En la propia pizarra de cada Casa de cambio es posible ver a cada hora cual el precio de las divisas del día, sea por motivo de compra o venta.
Las transacciones posibles:
De esta manera, sus principales premisas giran en torno al mercado internacional de cambio, dándole al visitante, muchas veces turista, toda la información precisa en torno a los beneficios o no, que pueda significar realizar una operación puntual. Y ganando por ello un porcentaje a modo de comisión, que se basa en el precio total del dinero que se va a intercambiar. Cuando no se cobra nada, generalmente es muy mínimo el valor de la divisa que se consigue, y por tanto no conviene.
Siempre que hablamos de estas entidades que se dedican a la compra y venta de cambio, el caso de una muy conocida, Berlín Cambio, referimos a que son totalmente reguladas por las oficinas centrales que administran a los bancos y bolsa estatal. Razón por la cual siempre se debe considerar que la tasa que pueda convenirse en ellas va en línea con lo que dispone el banco del país, quedando a cargo de estas subirle un poco el precio para la reventa en sus oficinas.
Averiguar de cerca qué tipos de cambio hay en el mercado de las casas, ver si conviene en ese momento y hacerlo en sitios legales son las tres puntas para hacer un buen negocio en épocas actuales.