Un bombero de civil que transitaba esta tarde por la calle Cevallos al 400, frente al Departamento Central de Policía, sintió olor a pólvora debajo de un móvil de contención, donde vio dos paquetes sospechosos, por lo que dio aviso a la policía.
Poco después llegó personal de la Brigada de Explosivos de la Policía Federal, que cortó el tránsito en la zona e hizo una detonación controlada de los artefactos.
El jefe de la PFA, Néstor Roncaglia, aseguró que las bombas caseras, armadas con tubos de gas butano con un timer, con una amenaza grabada -en una placa metálica- firmada por el Partido Obrero, con la siguiente consigna: «Libertad a los argentinos presos en Congreso o los ataques seguirán».
Tras conocer la noticia, el dirigente Jorge Altamira negó vinculaciones del PO con el episodio, al que calificó como «una provocación». «Todo esto es una patraña, tenemos 50 años de historia y nunca pusimos una bomba», sostuvo en diálogo con A24.
En ese sentido, el jefe de la Federal señaló que «no estamos acusando a nadie del Partido Obrero, es más, me llama la atención que en una amenaza así dejen la firma del autor», a lo que Burzaco agregó que «lo más importante es descubrir quién fue el verdadero autor».
El Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich, emitió un comunicado repudiando «enérgicamente la aparición» de los explosivos, que tenían «capacidad de daño y de incendio».