30 de marzo, 2021

4 mantenimientos de la calefacción central que evitan facturas de gas altas

Falta muy poco para la llegada del otoño y con él la época del año en la que comenzamos a necesitar más del calor porque las temperaturas descienden. 

Dentro de la gran gama de artefactos y sistemas elegidos para calefaccionarse, la calefacción central es una de las favoritas de muchos negocios y edificios argentinos, por rendimiento, confort y calidad.

Y para que su funcionamiento sea ideal en toda circunstancia, ¡y el gasto mensual no se vuelva un dolor de cabeza! los radiadores deben estar en óptimas condiciones, al menos con una revisión anual que pueda detectar inconvenientes. Una tarea compleja que se alcanza con el mantenimiento correctivo preventivo y la reparación en caso de ser necesaria.

En el país, MB Refrigeración es un ejemplo de solución integral técnica de calidad en instalación, mantenimiento y reparación de equipos de este tipo, que permite afinar el consumo justo cuando más se precisa aumentar la frecuencia de uso. Y hoy, nos cuentan en esta nota cómo lograrlo, un tema que cada vez se consulta más.

Los factores que inciden en el incremento de gasto con calefacción central

Puede que no siempre se trate de grandes fallas en los equipos personales o comunitarios, pero sí se trata de aspectos que afectan la eficiencia del circuito, y así, el calor que se produce es poco eficiente en detrimento del valor que se abona, es decir, se pierde mucho por algo que quizás se puede solucionar con una consulta técnica de manera simple.

Para los especialistas, se trata en muchos casos de fallos fáciles de encontrar, que, de no ser posibles de solucionar manualmente, conviene consultar con expertos para no extender el problema y ocasionar sorpresas desagradables.

Las más comunes que alcanzan ineficiencia en el calor y gasto desmedido son:

– Pérdidas: una situación bastante común que se produce en el área del radiador, en la unión de tubos del circuito, juntas o válvula de purga cuando no se lleva adelante un control efectivo de pérdidas. Y que, en una primera instancia es leve, solo generando humedad, pero luego se vuelve un goteo que afecta la presión y así conduce el calor de forma ineficaz. Algo que se traduce en gastar más para calentar lo mismo. La reparación es urgente.

– Purgas: es un efecto directo de las pérdidas, aunque son difíciles de advertir. Se trata de pases de aire en el circuito que se deposita en la parte superior del radiador. Al estar permanente, no permite que este se llene de agua caliente, y así disminuye su productividad. También, ese aire roba buena parte del calor, por eso, se abona más.

– Presión: aquí es necesario ir hacia la caldera y luego del purgado, verificar la presión del circuito que con seguridad es mínima. Un trabajo en grifo de cebado que necesita de asistencia para no excederse en las maniobras.

– Taponeo: resulta un procedimiento de desconexión reservado para los profesionales del sector, que se basa en cambiar el tapón del radiador cuando la junta está en desuso pleno o se ha oxidado.

– Fuga de contador a caldera: aun cuando ningún proceder mejora el gasto elevado de gas, lo más factible es que esté sucediendo una fuga en la vía de ambos. En este caso, la consulta con un técnico especializado es fundamental.