21 de noviembre, 2018

Balbi: «Hay que evaluar primero qué pasó y si hubo responsabilidades»

El ex vocero de la Armada afirmó que no se sabe el costo de reflotar el ARA San Juan y si eso permitirá "saber qué pasó" con el submarino.

El ex vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, se mostró escéptico ante la posibilidad de que el submarino ARA San Juan pueda ser reflotado, aunque reiteró que es una decisión que depende de la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez.

 

«Todos los intentos de reflotamiento descansan en el fondo del mar, excepto el Kursk, que pasó en el 2000, pero es un caso totalmente diferente»,  afirmó sobre el reclamo de un grupo de familiares que exigen reflotar la estructura hundida.

 

 

Según Balbi, la nave rusa es un caso distinto  porque «no implotó» y estaba a «100 metros de profundidad», mientras que el ARA San Juan fue hallado a más de 900 metros.

 

 

El hundimiento del K-141 Kursk fue otra de las tragedias navales que llamaron la atención del mundo. En agosto de 2000, el sumergible de propulsión nuclear ruso explotó con 118 tripulantes a bordo en la zona del Mar de Barents, durante el comienzo del mandato del presidente Vladimir Putin. El hecho se originó a raíz de unas prácticas militares que se produjeron por dos detonaciones.

 

Balbi admitió que desconoce cuáles son los costos económicos actuales de un operativo de reflotamiento, pero destacó que «en la historia» hubo un antecedente bautizado como «Proyecto Azorian», que consistió en un intento por reflotar un submarino K-129 ruso. «Estaba a tantos miles de metros que fue totalmente infructuoso el intento. Tuvieron que diseñar lingas y cables para izarlo, hasta que se les terminó rompiendo en la maniobra», resumió el capitán.

 

 

El Proyecto Azorian fue una operación secreta del gobierno de Estados Unidos realizada en abril de 1968, en plena Guerra Fría, para apropiarse de la tecnología del sumergible K-129, que estaba hundido a 5.000 metros de profundidad y llevaba misiles nucleares. El proyecto consistió en la construcción de un barco especial para extraerlo e implicó para la época un esfuerzo de USD 800 millones. A valores actuales, ese monto se estima en un equivalente de poco más de USD 4.000 millones.

 

 

Pero todo terminó en fracaso. Durante la extracción, el submarino se fracturó y no pudo ser recuperado.

 

 

Más allá de la referencia histórica, Balbi aclaró que en el caso del submarino ARA San Juan el objetivo de un eventual reflotamiento depende de que sirva para los peritajes de la jueza Yáñez.

 

 

«Lo tendrá que resolver la doctora. El tema es para qué hacerlo, si (permite) saber qué pasó», señaló en diálogo con Luis Novaresio, por radio La Red. Además, eludió si existen responsabilidades penales tras el hundimiento, luego de que la magistrada desvinculó al presidente Mauricio Macri de la investigación judicial.

 

«No me corresponde responderlo. Hay que evaluar primero qué pasó y si hubo responsabilidades», consideró.

 

 

Por otro lado, Balbi se refirió a su nuevo cargo como agregado naval de la embajada argentina en los Estados Unidos y asesor militar de la Misión Permanente ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).

 

 

«Estoy en un período de transición porque tengo previsto ir a EEUU a desempeñarme como agregado naval», afirmó sobre su situación personal. Sin embargo, aclaró que está desempeñando provisoriamente las tareas de prensa porque «se lo pidieron».

 

 

«Me pidieron que continúe por un tema de agenda, había entregado hace poco la vocería. Creo que el hallazgo (del ARA San Juan) lo ameritaba, después de un año de haber estado comprometido y por ser submarinista. Por eso, con previa autorización, estoy dando entrevistas», precisó.