El papa Francisco recomendó este domingo recurrir a la psiquiatría cuando los padres constaten una tendencia homosexual en sus hijos desde la infancia, en una rueda de prensa en el avión que lo llevaba de vuelta a Roma desde Irlanda.
Un periodista le preguntó qué le diría a los padres que detecten orientaciones homosexuales en su hijo, ante lo cual respondió: «Les diría, en primer lugar, que recen, que no condenen, que dialoguen, entiendan, que den espacio al hijo o a la hija».
Al mismo tiempo, consideró que había que tener en cuenta la edad de las personas: «Cuando eso se manifiesta desde la infancia, hay muchas cosas por hacer por medio de la psiquiatría, para ver cómo son las cosas. Otra cosa es cuando eso se manifiesta después de los 20 años».
«Nunca diré que el silencio es un remedio. Ignorar a su hijo o hija con tendencias homosexuales es un defecto de paternidad o de maternidad», declaró el Pontífice.
Las declaraciones del papa Francisco al comienzo de su pontificado generaron muchas esperanzas entre los homosexuales católicos cuando afirmó que «si una persona es homosexual y busca al Señor con buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?».
Sin embargo, los homosexuales siguen siendo tratados como «leprosos», lamentó el sacerdote jesuita estadounidense James Martin, invitado por el papa a Dublín.
«La posición de Francisco sobre las relaciones homosexuales no representa un cambio con respecto a la de sus predecesores, lo que ha cambiado es el tono, el enfoque, el lenguaje», explicó el sacerdote.
«No pongo en duda las enseñanzas de la Iglesia sobre la homosexualidad. Pero debemos reflexionar sobre el hecho de que tantos católicos LGBT han abandonado la Iglesia», reconoce el religioso.
Por último, Martín señaló que «el papa tiende la mano a los marginados de la sociedad (refugiados, migrantes, pobres) y quiere integrarlos en la Iglesia, porque dentro de la Iglesia la más marginada es la comunidad LGBT».