Los juicios laborales, un tema que obsesiona al presidente Mauricio Macri, crecieron un 33% en 2016 empujados en su mayoría por el incremento de las demandas por accidentes laborales o enfermedades, según se desprende de una auditoría realizada por el Consejo de la Magistratura.
La auditoría relevó datos de las causas en los años 2015 y 2016 sobre el fuero laboral, que sólo en la Capital tiene 80 juzgados de primera instancia y que resuelve todo tipo de conflictos laborales, como accidentes, enfermedades, despidos y diferencias salariales, entre otros.
Los juzgados registraron 84.000 juicios laborales en 2015, un número que ascendió a 109.000 expedientes en 2016, según los últimos datos disponibles que constan en el informe que presentó esta tarde Miguel Piedecasas, presidente del organismo.
Los números muestran, además, un ascenso sorprendente si se toman en cuenta un relevamiento realizado hace unos meses por la Cámara del Trabajo, que había detectado que los juicios eran apenas 60.000 en 2011, es decir, poco menos de la mitad registrada en 2016.
El incremento se debe a los litigios motivados por accidentes o enfermedades laborales, que crecieron un 49%. Se registraron 47.500 conflictos en 2015, pero ese número llegó hasta los 71.000 al año siguiente, según se desprende de la información recolectada por el Consejo. De esta manera, los casos por accidentes o enfermedades laborales duplicaron a las demandas por despidos.
Pero el panorama pudo haberse modificado después de que en 2017 el Congreso aprobara una modificación sobre la ley de accidentes laborales, un cambio requerido por las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo (ART), las compañías que enfrentan la mayoría de las demandas por accidentes o enfermedades laborales cuando se trata de empleado en blanco.
«Hay que enfrentar la mafia de los juicios laborales y terminarla, porque destruye la generación de empleo futuro», sostuvo Macri hace un año desde la Casa Rosada.
El tema se había transformado en una prioridad para el Presidente, pero esa inquietud finalmente no se tradujo en medidas concretas sobre cambios el fuero laboral, más allá de la modificación de la ley. Ese mismo fuero, además, le dio varias malas noticias al Gobierno, como el aval a reclamos gremiales en disputas de alta conflictividad política.
El otro ítem más conflictivo dentro de la justicia laboral fueron los despidos. Los últimos registros dan cuenta de casi 28.000 juicios durante 2016 por despidos, un 15% más que lo ocurrido en 2015.
Pero mientras reciben expedientes con nuevas demandas, los 80 juzgados laborales de la Capital resolvieron apenas el 30% de los expedientes que ingresan, una situación que ha generado demoras y acumulación de casos sin resolver.
A pesar de la creciente cantidad de trabajo, los juzgados incrementaron su cantidad de sentencias un 29% en 2016, según se desprende de la auditoría del Consejo.