El Gobierno no logró despejar dos preocupaciones para el próximo domingo: el fantasma del fraude, que de manera anticipada comenzó a agitar Cristina Kirchner, combinado con la seguidilla de amenazas de bomba que impacta desde hace semanas en las escuelas bonaerenses, principal escenario de la contienda electoral.
Dichas preocupaciones motivaron reuniones durante la semana pasada en el Ministerio del Interior, que tiene a cargo el escrutinio provisorio, y consultas cruzadas con el Ministerio de Defensa, del que depende el Comando General Electoral (CGE), que integran las Fuerzas Armadas, y el de Seguridad, que se vincula con las policías provinciales, que asisten en la logística del escrutinio.
Los encuentros continuarán hoy en la cartera que conduce Rogelio Frigerio para definir una estrategia frente a las amenazas de bomba en los colegios: en concreto, el Gobierno analiza si difunde o no que esas amenazas están siendo investigadas, que no son gratuitas y que existe ya medio centenar de detenidos en Buenos Aires. Y además, que las penas se agravan si la amenaza se concreta en medio de la elección. El temor es que esa estrategia pueda agravar el problema antes que aplacarlo.
Frente a las denuncias de fraude de la candidata a senadora por Unidad Ciudadana y sus aliados no parece haber mucho margen de maniobra: en el Gobierno creen que darán vuelta la elección bonaerense y dan por descontado que Cristina Kirchner reaccionará poniendo en duda el escrutinio. «Claramente, acá están abriendo el paraguas», dijo la semana pasada Frigerio, luego de que Cristina Kirchner afirmó que «hay peligro en el proceso electoral».
Al margen de ambas preocupaciones, desde la Casa Rosada adelantaron que la publicación de resultados del escrutinio provisorio comenzará a las 21 del domingo, como sucedió en las PASO, con los datos que existan hasta el momento.
En general, los funcionarios esperan que la carga sea más rápida que el 13 de agosto: por un lado, porque habrá menos boletas en el cuarto oscuro, producto del filtro de las PASO. Pero también por las modificaciones ensayadas en las últimas semanas.
La principal pasa por una mejor capacitación de las autoridades de mesa, que sólo en las PASO bonaerenses generaron errores en 1032 telegramas, y por eso no fueron cargados la noche del escrutinio y debieron esperar al recuento definitivo de la Justicia.
También se aumentó la cantidad de centros de transferencia de datos (CTD). Habrá 18 más que en las PASO y 14 de ellos estarán instalados directamente en escuelas. Buenos Aires tendrá 150 de los 401 CTD de todo el país. También habrá más escáneres, particularmente, en los del conurbano bonaerense, Rosario y Tucumán, donde las PASO mostraron mayor paridad entre candidatos.
Además, se modificaron las rutas de los camiones que recogen los telegramas de las escuelas del conurbano para que tengan menos centros de votación a su cargo. Y se los habilitará a seguir su recorrido sin tener que esperar hasta el último telegrama de cada escuela, para agilizar las rondas.
«Todo eso nos hace pensar que la carga será más ágil y que tendremos una tendencia en los resultados más clara y anticipada. Pero si volviera a registrarse una paridad tan marcada entre Cambiemos y Unidad Ciudadana es probable que debamos esperar otra vez hasta la madrugada para conocer el resultado», señalaron fuentes del Gobierno.