El Ministerio de Transporte avanza con el plan de mejora de la aviación civil, que entre sus primeros resultados ya arroja una caída del 65% de la cantidad de vuelos demorados en todo el país, al comparar 260 casos registrados en junio pasado con respecto a los 748 de julio de 2016.
Al final del mandato, el objetivo del Gobierno es duplicar la cantidad de pasajeros transportados y para eso se terminará invirtiendo 8 veces más que el anterior periodo de cuatro años, tanto en la infraestructura aeroportuaria como en el rediseño de la navegación aérea.
«Hay muchas cosas que estamos haciendo que son invisibles, pero que están cambiando la aviación civil», afirmó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, durante una rueda de prensa en la que presentó los avances del plan maestro. «La seguridad aérea no estaba en peligro en la gestión anterior», enfatizó aunque aclaró que «el sistema era escandalosamente negativo lo que provocaba sobrecostos e ineficiencias».
En cuanto al plan en marcha, Agustín Rodríguez, presidente de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), indicó que la meta del plan es «mejorar la operación aérea en las distintas fases del vuelo, desde que sale de un aeropuerto hasta que llega al destino».
«En 2019, Argentina va estar en un lugar de privilegio en el mundo, y va a ser uno de los países más eficientes en la aviación civil», agregó Rodríguez.
En estos primeros 18 meses de gestión, el Ministerio de Transporte avanzó en diversos aspectos vinculados a la modernización de la infraestructura y la transformación del espacio aéreo, pero teniendo como eje «una cobertura federal, cosa que no existía con el gobierno anterior que mantenía un sistema radial de vuelos del Interior a Buenos Aires y de Buenos Aires al Interior, ahora se conecta el Interior con el Interior», explicó Dietrich.
Dentro de la planificación, ya se comenzaron a realizar obras en Aeroparque para dotarlo de mayor frecuencia en los vuelos. Para eso se planea convertir el estacionamiento norte en plataforma, lo que agregará 7 posiciones para aviones, lo que sumado a una optimización de la navegación del área Terminal Baires permitirá llegar a los 36 aviones por hora desde los actuales 26 que actualmente circulan en el aeropuerto porteño.
Respecto a la ejecución del plan, ya se finalizaron las torres de control en Aeroparque e Iguazú, y está en marcha la de Ezeiza, y para 2018 ya están previstas las de Jujuy, Comodoro y Tucumán. En ese marco, la intención es modernizar las 47 torres de control que hay en todo el país y construir 7 pistas nuevas para 2019: Ezeiza, Córdoba, Iguazú, San Juan, las dos pistas de Salta y Comodoro.
En cuanto a dos factores centrales como son la comunicación y la vigilancia en el control de salida y de ruta de los vuelos, se comenzó con la renovación de equipos obsoletos con un promedio de edad de 23 años y que en algunos casos llegaban a los 35 años. Además se realizó la actualización completa de radares en Ezeiza y el reacondicionamiento en Paraná, Córdoba y Mendoza.
Por su parte, Rodríguez contó que se está creando un equipo propio de rediseño del espacio aéreo para optimizar las rutas y los procedimientos de aproximación lo que generará un ahorro estimado de 10 millones de litros de combustible y de 25 millones de kilos en emisión de dióxido de carbono. En dinero el reordenamiento de las rutas aéreas significará un ahorro para el sistema de $348 millones.
Las obras y la compra de equipamiento también forman parte de la agenda. Patricio Di Stefano, presidente del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) aseguró que «las licitaciones se están haciendo con suma transparencia y con una participación récord de oferentes». En esa línea, agregó que «los precios logrados en las licitaciones son un 12% menores al presupuesto estimado oficialmente, siendo inferiores a lo que se pagaba en el gobierno anterior».
Para cerrar, Dietrich remarcó que «el pilar fundamental del plan es el crecimiento de Aerolíneas Argetina» y sostuvo que se apunta a que «la limitante del sistema aéreo sea la capacidad de pista de cada aeropuerto y no el propio sistema como pasaba hasta que asumimos».