En una entrevista concedida a La Nación, Triaca sostuvo que “la inflación que hay que registrar en las paritarias del año entrante es la efectiva de 2017. Ahí va a estar el verdadero debate. Hay un sendero claramente hacia la baja en la inflación”.
El sindicalismo se prepara para negociar los salarios para un 2017 que tiene como pauta de inflación plasmada en el presupuesto unos 17 puntos porcentuales. El FMI no es tan optimista y la estima en 23,2%. Incluso, entre las mismas filas de Cambiemos reconocen en los despachos que “la inflación va a estar más cerca del 20%” en 2017.
El Indec comenzó a medir la inflación en mayo, por lo que la Casa Rosada utiliza un dato que promedia los indicadores oficiales del Indec, de la Ciudad de Buenos Aires y de San Luis para arribar a un índice nacional. En lo que va del año, la inflación suma un 36,6% , y la interanual asciende al 44,7%, de acuerdo a las cifras de la Dirección porteña. El Gobierno ubicaba el tope en 35% (hoy ya superado), y el FMI hacía previsiones para este 2016 cercanas al 40%.
El Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT estimó la pérdida del poder adquisitivo en 11,49%, en un informe difundido previo a la marcha frente al Congreso en la que, junto con movimientos sociales, reclamaron la sanción de la Emergencia Social. El documento destacaba que en los últimos doce meses, los sueldos en el sector privado registraron un incremento promedio de 29,12%, con una inflación acumulada en el mismo período de 40,61%.
Otros informes dan cuenta de una caída del salario en términos reales un poco menor. Según datos adelantados por el Centro de Economía y Política Argentina (CEPA), la remuneración promedio SIPA (Sistema integrado previsional argentino) perdió un 5,81% en el período paritario comprendido entre septiembre de 2015 y septiembre de 2016.
Con todos estos números se sentarán los gremialistas a discutir las paritarias, y ya vislumbran cúales serán los términos de la discusión.
Fuentes del sindicalismo sostienen que el Gobierno propondrá negociaciones semestrales, teniendo como referencia la inflación del 17% presupuestada. En este sentido, habría un sistema de “compensaciones” y “devoluciones” que funcionaría de la siguiente manera: tomemos por ejemplo una inflación del 1,5% mensual. Al término de seis meses, sería 9%. Si al finalizar el período negociado, la inflación fue mayor, habría una compensación ajustada en el siguiente semestre. Si la inflación fue menor, aquellos puntos extra serían “descontados”.
Versiones de este esquema comenzaron a circular previo a las declaraciones del ministro de trabajo. “La inflación que hay que registrar en las paritarias del año entrante es la efectiva de 2017”, dijo, por lo que este tipo de negociación asoma como una posibilidad.
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